Por Alicia Camacho Saa

GRATITUD
Al llegar a esta etapa de mi vida, la única palabra que se me viene a la mente es GRATITUD, gratitud por todo lo vivido. Estoy convencida que cada experiencia que he tenido en mi vida, sean estas buenas o malas, me han ayudado a ser la persona que ahora soy.
En general soy una persona que hace lo posible siempre por conservar intereses, amistades y actividades para las cuales mantengo mucha disciplina. Todos los días desde hace 25 años practico mi meditación diaria y no puedo dejar de agradecer a mis grandes maestros de la meditación, el padre Marco Vinicio Rueda y Vera Khon, quienes fueron maravillosas personas que me enseñaron a amar la meditación y a hacerla parte importante de mi vida. Aunque ya no estén físicamente, los tengo siempre presentes ya que con ellos aprendí a vivir y el aquí y ahora, dándome cuenta de la impermanencia de las cosas y situaciones y por lo tanto aprendí a aceptarlas sean éstas "buenas o malas".
Para amar, comprender y perdonar es necesario primero practicarlo con uno mismo y esto es la enseñanza más grande del legado que me dejaron y que me sigue dejando día a día el camino de la meditación y el autoconocimiento personal.
Leer ha sido siempre un hobby maravilloso que me ayuda a tener la mente despierta y no hay duda que los libros son una gran compañía. Otra actividad básica en mi vida y en mi rutina diaria es el ejercicio físico, realizo mis ejercicios preferidos al menos una hora diaria y los que más practico son caminar, nadar y yoga. Soy fiel creyente que cuerpo, mente y espíritu son una trilogía inseparable y son una base fundamental para mantenerse saludable que es como me siento a mis 75 años.
Finalmente el pilar más importante en mi vida es mi familia, hijos y nietos increíbles que han sido un apoyo incondicional para mí y para mi esposo quien hoy por hoy está en las mejores manos en la RESIDENCIA TASE, a la cual agradezco muchísimo por el cuidado amoroso que le brindan a diario y por convertirse en mi familia extendida.

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