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La Diabetes y el Alzheimer

Dra. Paola Jervis Solines

Endocrinóloga/ Diabetología


La diabetes mellitus (DM) es una enfermedad crónica, no transmisible (ENT), que se ha incrementado de forma alarmante en el último siglo. La Federación Internacional de Diabetes (IDF) ha estimado que para el año 2021, 537 millones de personas han padecido DM, y se ha proyectado un incremento de 643 millones para el año 2030.



El Ecuador no es una excepción a esta problemática, según los datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), en el 2018 las ENT representaron el 53% del total de las muertes.


De estas, el 48,6% correspondió a eventos cardio vasculares (ECV), el 30% a cáncer, el 12,4% a DM y el 8,7% a enfermedades respiratorias crónicas. En el 2019, la IDF, estimó que la prevalencia de DM en Ecuador, en personas de 20 a 79 años, fue de 5,5%. Sin embargo, en la actualidad se estima que podría estar llegando al 10%.

Este incremento en el mundo se debe a varios factores como consecuencia del crecimiento demográfico, el envejecimiento, la obesidad y el sedentarismo (malos hábitos de salud).

"La DM es una enfermedad crónica que puede ser grave, que ocurre cuando el organismo no puede producir insulina o la produce en cantidad insuficiente, o cuando no puede utilizar eficazmente la insulina que produce; lo que favorece concentraciones elevadas de glucosa en sangre (nocivo para todas las células)."

Los principales tipos de diabetes son tipo 1, tipo 2, y la diabetes mellitus gestacional. La DM tipo 2 es la más frecuente (90%), y puede ser prevenible; se consigue tratarla de manera eficaz a través de la educación, la adopción de estilos de vida saludables, en combinación con la medicación apropiada y oportuna.

La DM puede presentar complicaciones agudas (como la cetoacidosis y la hipoglucemia) y crónicas. Dentro de las principales complicaciones crónicas constan las ECV (infarto cardiaco o cerebral), retinopatía diabética (principal* causa de ceguera), nefropatía diabética (*insuficiencia renal), neuropatía y complicaciones del pie diabético, entre otras. Se ha detectado que los pacientes con DM tienen mayor riesgo a desarrollar algunos tipos de cáncer, y en los últimos años se ha identificado que los pacientes con DM2 tienen un mayor riesgo de desarrollar demencia, tanto de origen vascular como enfermedad de Alzheimer (EA).


Se ha determinado que la relación con la EA es independiente de la afectación vascular, y que puede atribuirse a la neurodegeneración provocada o acelerada por la propia diabetes. La DM2 induce tanto alteraciones funcionales como estructurales a nivel cerebral; y es interesante encontrar que las alteraciones metabólicas desencadenadas por la hiperglucemia (elevación de la glucosa) y la resistencia a la insulina (como sucede con la DM) son precisamente las vías implicadas en el desarrollo de la EA.


"La insulina es clave para la supervivencia de las neuronas y en los pacientes con EA se ha observado una reducción de los receptores de insulina a nivel cerebral; este mecanismo defectuoso podría desempeñar un papel fundamental en la conversión a demencia en pacientes con DM2. Siendo esta una vía de estudio en ensayos clínicos actuales."

Los pacientes con DM2 presentan varios grados de alteración cognitiva desde fases muy precoces de la DM2, comparados con las personas sin diabetes. En las personas con deterioro cognitivo leve (tienen problemas de memoria, pero pueden desarrollar las actividades cotidianas) se ha determinado una tasa anual de conversión a demencia que oscila entre el 10 y el 30%. Por lo que han desarrollado investigaciones en los últimos años para identificar los factores que favorecen la conversión y progresión a la EA, evaluándose algunas pruebas neuropsicológicas, de laboratorio e imagen; sin embargo, no son lo suficientemente eficaces y aún no son herramientas recomendables en la práctica clínica.

Lo que sí se ha podido determinar, en base a estudios en poblaciones, que mientras más tempranamente se desarrolle DM, el riesgo es mayor para desarrollar demencia. La presencia de complicaciones por la DM (como ECV) también contribuye con la EA.

La DM2 y EA son dos enfermedades cada vez más prevalentes, relacionadas con la edad, y con el mal estilo de vida (presencia de otras enfermedades crónicas). Existe una relación entre ambas, en donde la DM2 favorece la progresión a la EA.

Mientas no se disponga de herramientas eficaces para identificar a los pacientes con DM que presenten más riesgo de presentar EA, nos corresponde enfocarnos en la prevención y adecuado tratamiento de la DM (evitar complicaciones).

"Es importante resaltar que podremos disminuir el riesgo para desarrollar DM2 y EA, si modificamos nuestro estilo de vida."

Algunos de los consejos para recordar:

  • Llevar un plan nutricional saludable (dieta Mediterránea)

  • Ejercicio aeróbico al menos 30 minutos diarios x 5 días/sem

  • Mantener un peso adecuado (Índice de masa corporal <25 kg/m2)

  • Tratamiento adecuado de la hipertensión arterial y dislipidemia

  • Evitar el tabaquismo

  • Mantener actividades sociales, cuidar la salud mental

  • ¡Aprender cosas nuevas y disfrutar de la música!


Bibliografía Atlas de la Diabetes de la FID | Novena edición 2019 https://www.diabetesatlas.org/upload/resources/material/20200302_133352_2406-IDF-ATLAS-SPAN- BOOK.pdf ENCUESTA STEPS ECUADOR 2018 https://www.salud.gob.ec/wp-content/uploads/2020/10/INFORME- STEPS.pdf Ciudin A. Diabetes mellitus tipo 2 y enfermedad de Alzheimer: una relación para no olvidar. Endocrinol Nutr. 2016;63(5):191---193









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