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Envejecer no es Alzheimer

Dr. Francisco J. Rodríguez

Médico Geriatra


En nuestra actual sociedad el envejecimiento, lamentablemente, se acompaña de múltiples prejuicios y miedos que opacan la vitalidad que debe acompañar a este proceso. Uno de los principales miedos es el relacionado con el envejecimiento cognitivo y el riesgo de demencia. Todos los días me encuentro con la pregunta “¿Es normal que me olvide?”, y la respuesta es afirmativa.


Es normal olvidar, todos lo hacemos, todos los días; es más, los olvidos son parte de nuestro funcionamiento cognitivo normal. Perder información es parte del proceso natural del pensamiento, en el cual nuestro cerebro selecciona que información es necesaria retener (recordar) y cuál puede ser descartada. Cuando se envejece, esos olvidos se vuelven más frecuentes y evidentes. Este incremento acompañado del miedo a estar iniciando un cuadro de deterioro cognitivo, muchas veces generan gran ansiedad con el haber olvidado una cita, o donde deje las llaves de casa. Es necesario por eso conocer cuáles cambios en nuestro pensamiento son esperables al envejecer y cuáles salen de esta normalidad y por ende requieren una valoración.


"Los olvidos considerados normales son aquellos que no tienen la severidad suficiente como para alterar nuestro funcionamiento diario, es decir, esos pequeños olvidos que, si bien podemos evidenciar, no interfieren con nuestro correcto vivir."


Un ejemplo es el de perder las llaves; muchas veces llegamos pensando en que debemos hacer en casa, o en problemas de nuestro día a día; entramos en nuestra casa y dejamos la llave en la mesa de entrada. Momentos más tarde buscamos la llave y no están en la mesa de entrada, así que “paramos” unos segundos a recordar y recordamos que al entrar llevábamos una funda de fruta que compramos camino a casa, vamos a la cocina y junto a la funda encontramos nuestras llaves.


Estos olvidos se dan muchas veces por no atender a lo que estamos haciendo, o dificultades en recordar donde dejamos las cosas. Sin embargo, cuando haces un proceso de recuerdo activo, sin distractores, nuestro cerebro es capaz de usar pistas (en este caso ¿Qué tenía en mis manos al llegar a casa?) para recordar la información. Este tipo de alteraciones, van de la mano de los cambios fisiológicos en la esfera cognitiva.


Es normal que al envejecer notemos que tardamos un poco más en resolver algunos problemas, o en tomar decisiones. Nuestra atención también se vuelve menos eficiente, así como nuestra capacidad de concentrarnos, si bien el proceso de aprendizaje no desaparece, es evidenciable una necesidad de mayor tiempo para aprender nuevos procesos, sobre todo cuando estos requieren un trabajo multitarea. Entonces cuando debemos preocuparnos por los olvidos, o las dificultades cognitivas. La respuesta más corta es cuando estos tienen la capacidad de alterar nuestro correcto accionar durante el día.


Cuando olvidamos las hornillas prendidas y nos damos cuenta por el olor a comida quemada, o cuando tenemos dificultad para manejar nuestras finanzas. Muchas veces estos fallos cognitivos son evidentes para los que rodean a la persona afectada, mientras que ellos los desconocen y en muchas ocasiones los niegan.


La pregunta final es ¿Se puede tener un envejecimiento cognitivo sano? A lo que debemos responder con un rotundo sí. El mundo está lleno de ejemplos de envejecimiento cognitivo exitoso, uno de las frases que resalta esto es la expresada por la Dra. Rita Levi – Montalcini, premio nobel de fisiología / medicina, “A los cien años, tengo una mente que es superior a la que tenía a los 20, gracias a la experiencia.”




 














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