Dra. Estephania Hidalgo E

La demencia de Alzheimer corresponde del 60 al 70% de los casos de todas las demencias, siendo así la causa más común, según datos de la Organización Mundial de la Salud. Se estima que más de 55 millones de personas viven con demencia en el mundo (2022), y la mayoría de los casos corresponden a Alzheimer. Las mujeres tienen una mayor prevalencia, lo que podría estar relacionado con mayor longevidad y factores hormonales. Cada año, cerca de 10 millones de casos nuevos de demencia se diagnostican en el mundo. La incidencia se duplica aproximadamente cada 5 años después de los 65 años.
La demencia tipo Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa progresiva que afecta principalmente a personas mayores. Se caracteriza por un deterioro gradual de la memoria, el pensamiento, el lenguaje y otras funciones cognitivas, acompañado de cambios en el comportamiento y la personalidad. Es la causa más común de demencia y resulta de la acumulación anormal de proteínas en el cerebro, como beta-amiloide y tau, que dañan las células nerviosas y sus conexiones. La relevancia de un diagnóstico precoz, es que mejora la calidad de vida, ofrece mejores opciones de tratamiento y permite planificar el futuro tanto para los pacientes como para sus familias.
Los costos asociados al Alzheimer (atención médica, cuidados informales y pérdida de productividad) alcanzan los 1.3 billones de dólares anuales, y se prevé que se dupliquen para 2050.
Beneficios del Diagnóstico temprano |
Acceso a tratamientos más eficaces: aunque no hay cura, los tratamientos disponibles pueden retrasar el avance de los síntomas. |
Planificación del cuidado: permite planificar estrategias de cuidado para el paciente y su familia |
Participación en investigaciones clínicas: oportunidad de acceder a tratamientos innovadores |
Apoyo emocional y educación: ayuda a la familia a comprender y manejar mejor la enfermedad |
A continuación, se describen los pasos y herramientas para realizar el diagnóstico precoz.
Reconocer los primeros síntomas: pueden ser sutiles y confundirse con el envejecimiento normal.
Pérdida de memoria reciente: olvidos de eventos recientes o dificultad para retener información nueva.
Dificultad para realizar tareas habituales: problemas para planificar, organizar o seguir instrucciones
Desorientación: confusión sobre lugares, fechas o el paso del tiempo.
Cambios en el lenguaje: problemas para encontrar palabras y seguir una conversación.
Alteraciones en el juicio: decisiones poco usuales y errores en el manejo del dinero.
Cambios de humor y personalidad: irritabilidad, apatía y aislamiento social.
Historia clínica completa:
Antecedentes personales y familiares: identificar factores de riesgo (edad, historia familiar, de demencia, enfermedades vasculares).
Estilos de vida: hábitos, nivel educativo, actividad física y cognitiva.
Síntomas reportados por paciente y familiares: evaluar y frecuencia de los problemas cognitivos.
Evaluación cognitiva inicial
Se utilizan herramientas validadas para detectar el deterioro cognitivo
Mini-mental State Examinantion (MMSE): evalúa memoria, atención, orientación, lenguaje y habilidades visoespaciales.
Montereal Cogntive Assesment (MoCA): más sensible para detectar deterioro cognitivo leve.
Test del Reloj: evalúa habilidades ejecutivas y visoespaciales.
Exámenes complementarios
Pruebas de laboratorio: Hemograma, función tiroidea, niveles de vitamina B12 y ácido fólico para descartar otras causas de deterioro cognitivo.
Neuroimagen:
Tomografía Computarizada (TC) o Resonancia Magnética (RM): Identificar atrofia en regiones específicas como el hipocampo.
Tomografía por Emisión de Positrones (PET): Detectar depósitos de beta-amiloide o actividad metabólica cerebral.
5. Biomarcadores: en algunos casos, se pueden realizar pruebas avanzadas para confirmar el diagnóstico:
Líquido cefalorraquídeo (LCR): Medición de beta-amiloide, proteína tau total y tau fosforilada.
PET amiloide: Identificación de acumulaciones de proteínas asociadas al Alzheimer.
6. Evaluación funcional y emocional
Es importante siempre evaluar el impacto de la vida diaria, entrevistas con familiares para evaluar como los síntomas afectan la vida cotidiana.
Estado emocional es muy importante descartar depresión, ansiedad u otras condiciones que pueden simular el deterioro cognitivo
Un enfoque multidisciplinario (médico, neuropsicólogo, neurólogo o psiquiatra) es esencial para garantizar un diagnóstico y manejo adecuados.
El diagnóstico precoz de la demencia de Alzheimer es clave para mejorar la calidad de vida de quienes la padecen y de sus familias. Detectar los síntomas en etapas tempranas permite acceder a tratamientos que ralentizan el avance de la enfermedad, planificar el cuidado futuro y brindar apoyo emocional desde el inicio. Reconocer los primeros signos no solo es un acto de cuidado hacia nuestros seres queridos, sino también una oportunidad para enfrentar el Alzheimer con conocimiento, preparación y esperanza.
"Reconocer los signos a tiempo puede marcar una gran diferencia para usted y su familia. Si tiene dudas, no dude en buscar ayuda profesional."
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