LOS ESPECIALISTAS
Dr. Robert Salinas Suikouski
Neurólogo
Instituto de Enfermedades Neurológicas y Psiquiátricas
NeurosaludMunay
La enfermedad de Alzheimer (EA) es una enfermedad degenerativa que se presenta especialmente en adultos mayores. En Estados Unidos, 1 de cada 9 personas mayores a 65 años tienen la enfermedad. Para 2050 se calcula que 160 millones de personas en el mundo la habrán desarrollado. Las consecuencias son catastróficas. El paciente va perdiendo progresivamente sus funciones mentales superiores. Casi siempre inicia por la memoria para posteriormente comprometer progresivamente todas las áreas cognitivas. Al final, el paciente terminará en una dependencia total para todas sus actividades de la vida diaria.
Casi la mitad de los pacientes con EA tienen el gen del ApoE4. La medicina convencional sostiene que la EA no tiene cura y que una vez iniciada la degeneración el curso es imparable. Los pocos fármacos desarrollados por la industria farmacéutica para tratar la EA apenas mejoran la memoria al inicio de la enfermedad y por poco tiempo, sin contar su costo elevado.
La Medicina Funcional, fundada en Cleveland Clinic en 2014, sostiene que factores como la resistencia a la insulina producida por el consumo excesivo de carbohidratos en forma de harinas y edulcorantes, característico de la alimentación occidental, los cuadros de inflamación e infección crónicas, ciertos trastornos hormonales, toxinas medioambientales, el estrés, el sedentarismo, entre otros son los principales factores del desarrollo de la demencia tipo Alzheimer junto al gen de la ApoE4.
"Un estilo de vida saludable desde edad temprana podría evitar la aparición de la EA, incluso si la persona es portadora del gen ApoE4."
En personas con síntomas iniciales como en el déficit cognitivo subjetivo, el déficit cognitivo leve y estadios tempranos de EA, hábitos saludables y el uso de ciertos suplementos podrían disminuir la progresión y aún revertir ciertos síntomas. La dieta cetogénica, el ejercicio físico, el manejo del estrés, la cúrcuma, la Ashwagandha, el treonato de magnesio, el resveratrol, los omega-3, el glutatión, los probióticos y la vitamina D son entre otros, son algunos de los recursos terapéuticos utilizados en Medicina Funcional que han mostrado efectividad en el tratamiento de la EA.
En Medicina Funcional, la forma de abordar al paciente es diferente. El interrogatorio gira sobre calidad del sueño, nivel de actividad física, tipo de alimentación, sobre todo consumo de gluten, alimentos procesados, edulcorantes, aceites refinados. Cantidad y calidad de agua consumida, nivel de estrés, exposición a contaminantes y tóxicos ambientales y tejido social.
Después de varias décadas de la teoría del amiloide en la génesis de la EA y últimamente, el desarrollo de medicamentos biológicos de alta complejidad y costos imposibles para países en vías de desarrollo, el avance en el tratamiento de EA ha sido muy limitado.
"Somos víctimas del desarrollo. El exceso de consumo de calorías, la pérdida del valor nutritivo de los alimentos, el sedentarismo, el estrés, los contaminantes ambientales, la disrupción del ritmo circadiano por el exceso de estimulación lumínica, la pérdida del soporte humano con la fragmentación de la familia, el abandono de los adultos mayores, la soledad y el aislamiento. Además de poseer el gen del ApoE4, la diabetes, la hipertensión arterial, la obesidad, ciertos trastornos endócrinos y la depresión, entre otros males, son factores de riesgo para desarrollar Alzheimer. "
A pesar del tremendo desarrollo tecnológico, el avance de la medicina, los nuevos fármacos, los seres humanos somos cada vez más víctimas de enfermedades crónicas y degenerativas. Tal vez estamos a las puertas de un cambio de paradigma sobre la enfermedad y sus causas. La solución pudo haber estado tan cerca que no pudimos verla. Volver a lo simple. Agua limpia, alimentos con buenos nutrientes, ejercicio, sueño reparador, niveles adecuados de estrés y sobre todo recuperar el concepto de nuestra auténtica naturaleza humana, viviendo armónicamente en comunidad, sin explotar la naturaleza. Somos víctimas del desarrollo, del consumo excesivo, de la era de la sobre abundancia.
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