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Nutrición para adultos mayores y personas con Alzheimer


ENTREVISTA

Geneviev Guayasamín


Lic. En Nutrición Humana

Certificada en Psiconutrición basada en Psicología Positiva

Una correcta alimentación en los adultos mayores es un factor fundamental para mejorar su calidad de vida. El impacto de la malnutrición en este grupo de la población evidencia un mayor riesgo de contraer enfermedades e incluso aumenta el porcentaje de mortalidad. La aparición de deterioro cognitivo, anemias, enfermedades preexistentes y la aceleración de enfermedades degenerativas, pueden aumentar la probabilidad de desencadenar un cuadro de malnutrición.

Por ello, es importante tomar en cuenta los cambios que se producen en el organismo con el paso de los años, lo que exige aumentar la ingesta de determinados nutrientes para mantener una alimentación equilibrada, que cumpla con las nuevas necesidades nutricionales impuestas por las consecuencias del deterioro asociado al envejecimiento.

Para ahondar más acerca del tema, contamos con la participación de la nutricionista Geneviev Guayasamín, quien nos entregará información, recomendaciones y responderá a algunas inquietudes acerca del importante papel que cumple la nutrición en los adultos mayores y la influencia de la misma en diagnósticos relacionados al deterioro cognitivo.


También se abordan los cambios psicológicos que ocurren en esta etapa de la vida, la obesidad, los factores de riesgo para las enfermedades crónicas no transmisibles y recomendaciones nutricionales de acuerdo con el sexo.

1. ¿Cuál es la importancia de la educación nutricional a temprana edad?

Cuando se empieza con la alimentación complementaria se está educando al niño en su nutrición, con el descubrimiento de cada nuevo alimento, el niño experimenta sensaciones, gustos, y nutre su cuerpo. Ahora es justo a esta edad que el niño va a arraigar hábitos alimentarios saludables o poco saludables que por lo general los mantendrá en la edad adulta. Adicionalmente las emociones que el niño experimenta al comer como positivas o negativas con cada alimento también determinarán su elección del tipo de comida a incluir en su menú diario. Uno de los factores determinantes para mantener calidad de vida mientras aumentamos la edad es justamente el tipo de alimentación, esto va de la mano de un estilo de vida saludable que incluye ejercicio, trabajo mental, autocuidado, manejo de emociones, poca exposición a contaminantes químicos, biológicos, etc. Si se logra desarrollar hábitos saludables desde un inicio es más fácil mantenerlos conforme avanza la edad y de esta forma prevenir la aparición de enfermedades tales como: sobrepeso, obesidad, osteoporosis, sarcopenia, dislipidemias, cardiopatías, enfermedades mentales, etc., Se podría decir que la manifestación de estas enfermedades se relaciona con la historia dietética del individuo y su estilo de vida.

2. ¿Existen alimentos que acompañen de manera positiva el proceso de envejecimiento?

Si, así es. Sin embargo, lo primero a tomar en cuenta es tener una base con la proporción adecuada de macronutrientes: proteínas, carbohidratos, grasas, agua; y micronutrientes: vitaminas y minerales de acuerdo con la edad de la persona, sexo, actividad física, y la presencia o no de alguna patología. Una vez que contamos con una base estable potenciaremos la relación con cierto tipo de alimentos, de acuerdo con las necesidades. Durante el envejecimiento, una característica muy importante es que el cuerpo empieza a perder músculo y a ganar grasa, por tanto, el adecuado aporte de proteína es clave para evitar esa pérdida muscular y es importante que vaya de la mano de una rutina de ejercicios de fuerza. Se recomienda variar el consumo entre proteínas de origen animal como: pescado, pollo, pavo, huevo, lácteos tomando en cuenta si hay o no intolerancias o alergias; y proteína de origen vegetal como: quinua, chochos, amaranto, fríjol, arveja, lenteja, garbanzo, etc.

Adicionalmente durante esta etapa se manifiesta con mayor realce el envejecimiento de nuestros órganos y tejidos, y una de las formas de retrasarlo es con un buen aporte de antioxidantes. Estos nutrientes se encuentran principalmente en frutas y verduras de todos los colores. Cada color aporta variedad de antioxidantes, el rojo por ejemplo tiene licopeno muy bueno para la salud del corazón y se encuentra en el tomate, la sandía, etc. El color verde tiene luteína o zeaxantina muy bueno para la salud de los ojos, se encuentra en los vegetales de hojas verdes. El color amarillo o anaranjado que lo encontramos en zanahorias, papayas y naranjas tiene betacarotenos muy buenos para la salud de la piel y adicionalmente vitamina C para potenciar el sistema inmune. Por eso añadir a la dieta alimenticia todos los colores es de suma importancia para tener un aporte completo que sea de gran beneficio durante esta etapa.

3. ¿Cuáles son los primeros cambios nutricionales que se deben realizar una vez que la persona inicia esta etapa biológica?

- Incrementar el aporte de proteínas tomando en cuenta las características individuales para evitar un déficit o un exceso de este macronutriente y disminuir la pérdida de masa muscular.

- Incrementar el consumo en 5 raciones al día entre frutas y verduras para tener un adecuado aporte de vitaminas, minerales y antioxidantes que estimulen el estado de ánimo, la memoria, la energía y las defensas.

- Disminuir el consumo de azúcar y carbohidratos refinados que generan picos de glucosa en sangre e interfieren con los niveles de energía.

- Aumentar el aporte de alimentos ricos en fibra como: cereales integrales, frutas, verduras y leguminosas para tener una buena digestión y prevenir el estreñimiento que podría aumentarse en esta etapa.

- Adoptar el hábito de tomar agua varias veces al día, aunque no sienta sed, ya que durante esta etapa los mecanismos de compensación para regular el equilibrio hidroelectrolíticos se pueden ver alterados.

4. ¿Qué características debe cumplir una dieta alimenticia para adultos mayores que se considere adecuada?

Es importante que cumpla con las siguientes características:

Primero debe contener la suficiente cantidad de energía y nutrientes tomando en cuenta estos importantes factores: edad, sexo, actividad física, patologías, estado emocional y de salud mental, apetito, capacidad digestiva, estado nutricional actual. De forma que se ajuste al requerimiento individual y se obtengan todos los beneficios.

Segundo, tiene que ser equilibrada, es decir, asegurar un aporte adecuado de todos los macro y micronutrientes y tercero, debe ser variada, es decir, incluir toda la variedad de colores en frutas y verduras.

5. ¿Cuáles son los alimentos más importantes para incorporar en el consumo de una persona que está iniciando esta etapa?


- Pescados grasos: trucha, bacalao, sardina, salmón. Se recomienda incrementar su consumo a tres veces en la semana ya que es el alimento más rico en omega 3, un tipo de grasa saludable que forma parte de la estructura cerebral y se relaciona con la memoria. Adicionalmente actúa como un nutriente antiinflamatorio que reduce los procesos de inflamación excesivos causantes de enfermedades y favorece su desaparición.

- Frutas y verduras de todos los colores, si aún no lo has hecho es hora de empezar a darle variedad a la dieta.

- Frutos secos y semillas como: nueces, almendras, chía, linaza, zambo, girasol, que son alimentos ricos en vitamina E, zinc y selenio. Que también actúan como antioxidantes y aportan grasas saludables omega 3 y 6.

- Leguminosas: frejol, arveja, lenteja, chochos, garbanzo, etc. Ya que aportan gran cantidad de nutrientes, entre ellos proteínas importantes para la síntesis y reparación de todos nuestros tejidos, fibra para prevenir el estreñimiento, magnesio y calcio importantes para la salud ósea, vitaminas del complejo B para regular los procesos de obtención de energía.

- Cereales integrales: quinua, arroz integral, pan integral, pasta integral, avena, centeno, amaranto, etc. que aportan proteínas, vitaminas del complejo B, fibra, magnesio, selenio, zinc.

6. ¿Cómo podemos incorporar nuevos alimentos dentro de la dieta alimenticia de un adulto mayor sin generar rechazo?

Un aspecto muy importante para tomar en cuenta al introducir un nuevo alimento es la forma de presentación y los sabores. Se puede potenciar el sabor mediante diferentes técnicas de cocción y la utilización de una variedad de condimentos naturales como: romero, tomillo, cúrcuma, comino, eneldo, azafrán, nuez moscada, canela, jengibre, curry, paprika, etc., que hagan de la comida una experiencia culinaria atractiva. En general todos somos sensibles a la estética de la comida y las sensaciones gustativas que nos estimulan a consumirla, pero esta exigencia generalmente aumenta de manera especial en los adultos mayores. También estimula el apetito el servirse los alimentos en compañía, experimentar este nuevo alimento junto a otra persona va a crear una sensación placentera favoreciendo su consumo. Y por último se puede optar como una estrategia la educación alimentaria: instruir en los beneficios de consumir ciertos alimentos en relación con la salud y por ende la calidad de vida durante esta etapa.

7. ¿Se presenta alguna relación entre el estado emocional de una persona con los alimentos que consume?

Si, precisamente existe una relación importante entre una óptima nutrición y el estado de ánimo de una persona. Esto se debe a que la química cerebral está regulada por una serie de procesos metabólicos en los que intervienen proteínas, vitaminas del complejo B y vitamina C, minerales como calcio, magnesio y zinc; y ácidos grasos esenciales omega 3 y 6, para nombrar los principales.


Por ejemplo: la serotonina es el neurotransmisor que nos da felicidad, cuando está ausente, el estado de ánimo se ve afectado. Para que nuestro organismo produzca serotonina se necesita del aminoácido triptófano que se encuentra en las proteínas como: pollo, pavo, pescado, semillas de zambo y girasol, etc. Para que el triptófano se transforme en serotonina se necesita de sustancias facilitadoras como son las vitaminas del complejo B, vitamina C y zinc; para que haya una adecuada recepción neuronal de este neurotransmisor se necesita de los ácidos grasos esenciales. Es decir, funcionan como una cadena en la que intervienen varios tipos de nutrientes y que, por tanto, se refleja la importancia de incorporar una dieta variada y completa.

8. ¿Se deben diferenciar las dietas alimenticias tomando en cuenta características de los adultos mayores como lo es el género y edad?

Físicamente el cuerpo del hombre y la mujer tienen necesidades nutricionales diferentes por la distribución de la masa muscular y la masa grasa, y porque la mujer se prepara biológicamente para ser madre. Estas diferencias suponen un gasto energético diferente de acuerdo al género. Con relación al otro punto, conforme avanza la edad el metabolismo basal (cantidad de energía necesaria para mantener los procesos vitales estando en reposo) disminuye y por tanto el gasto energético total varía. Adicionalmente hay que tomar en cuenta otras características que influyen en el requerimiento energético total como son: si el adulto mayor todavía está en movimiento, realiza algún tipo de ejercicio, ha desarrollado problemas en la absorción y digestión de alimentos, su estado nutricional actual y si presenta alguna enfermedad.

Lo que sí se debe tener claro es que la base es la misma, tienen que estar presentes todos los macros y micronutrientes, lo que varía son las cantidades dependiendo de cada individuo.

9. ¿Cuáles son los principales cambios alimenticios que se deben realizar en la dieta de una persona que fue diagnosticada con algún tipo de deterioro cognitivo?

Para realizar cambios alimenticios es importante no esperar a estar diagnosticados con un problema de salud mental, ya que entre más pronto se los incorpore, los beneficios para potenciar la salud mental y prevenir cualquier enfermedad son más altos.


1. Cambiar los carbohidratos refinados por carbohidratos de alto valor nutricional que contienen fibra, vitaminas, minerales y proteínas. Ejemplo: pan blanco por pan integral, arroz blanco por arroz integral, cereal con azúcar por avena, en vez de jugo de frutas optar por fruta picada al natural y aumentar el consumo de quinua y granos. De esta forma el cerebro y todo nuestro cuerpo dispone de una fuente de combustible equilibrada y constante durante todo el día.

2. Incrementar el consumo de grasas esenciales omega 3 y 6 en un equilibrio para el adecuado funcionamiento del cerebro. Un dato importante es que, si al cerebro se le quita toda el agua, el 60% de su estructura es grasa, por esta razón se recomienda consumir pescado graso tres veces por semana y consumir una vez al día una porción de frutos secos y semillas.

3. Tener un aporte adecuado de fosfolípidos, un tipo de grasa que interviene en la transmisión adecuada de los impulsos nerviosos, lo que favorece el aprendizaje y retrasa el deterioro de la memoria. Se puede encontrar este nutriente en la sardina, en el huevo y en la soja.

4. Consumir al día 5 raciones entre frutas y verduras para tener un adecuado aporte de vitaminas, minerales y antioxidantes.

5. Tener un aporte adecuado y variado de proteínas de origen animal y vegetal, esto va a permitir tener una disponibilidad de los aminoácidos que nuestro cerebro necesita para fabricar los neurotransmisores, moléculas que permiten la transmisión de los mensajes de una neurona a otra neurona.

10. ¿Existe algún producto o alimento que las personas con diagnóstico de Alzheimer o demencia no deban consumir?

Si, hay ciertos alimentos que afectan el funcionamiento adecuado de nuestro cerebro y que su limitación favorecería a una prevención y tratamiento de enfermedades mentales.


1. Grasas trans: como se había indicado la mayor parte de nuestro cerebro está formado por grasas, para su correcto funcionamiento es importante el omega 3 y 6, si se tiene un bajo consumo de estos nutrientes y un alto consumo de grasas trans, estas ocupan el lugar de los omegas dañando los procesos neuro cerebrales y generando oxidación temprana. Las grasas trans se encuentran en los alimentos fritos y todos los alimentos procesados que incluyen grasa vegetal o hidrogenada como galletas, donas, pasteles, frituras, snacks, etc.

2. Limitar el consumo de azúcar y carbohidratos refinados ya que generan un desequilibrio en los niveles de glucosa en sangre lo que se manifiesta en mayor irritabilidad, fatiga y falta de concentración. Se ha observado que muchas de las personas que sufren enfermedades mentales tienen problemas en el equilibrio de la glucosa. Adicionalmente el azúcar acaba con las reservas corporales de vitaminas y minerales.

11. ¿Hay alguna dieta alimenticia específica que permita fortalecer el sistema nervioso?

Existen varios nutrientes que juegan un papel importante en la salud del sistema nervioso por lo que, no se podría hablar de una dieta específica. Sin embargo, se podría tomar como referencia a la dieta mediterránea ya que incluye muchos de estos grupos de alimentos: se caracteriza por ser rica en verduras y frutas frescas que permiten un aporte adecuado de micronutrientes que a su vez cumplen con funciones antioxidantes, granos enteros para un equilibro en la glicemia, nueces, aceitunas y aceite de oliva, todas grasas saludables, mucho pescado rico en omega 3 para el adecuado funcionamiento del cerebro y un menor consumo de carnes rojas y pollo. Es así que existe una relación entre la dieta mediterránea y una disminución del riesgo de desarrollar enfermedades mentales como el Alzheimer.






 





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