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La adaptación de la familia y el apoyo virtual al Adulto Mayor con Alzheimer en período de Pandemia

Por Lic. Tatiana Poveda

Terapeuta Ocupacional

Coordinadora Terapéutica


La pandemia de COVID-19 ha impactado de forma significativa a las personas con Alzheimer y a sus familias. Han sufrido una ruptura con la asistencia al Centro Alzheimer, situación que se ha visto afectada con la intervención de sus terapias y los cambios de rutinas, lo que ha conllevado a una disminución de su actividad social, cognitiva y física.


Por todas estas dificultades generadas por la pandemia, ha sido todo un reto enfrentarnos a situaciones nuevas y por eso fue necesario adoptar la predisposición para poner en marcha estrategias que lo hagan más llevadero. Con el transcurso del tiempo se ha tenido una gran acogida gracias al trabajo efectivo, a nuestra capacidad de innovación digital y la atención especializada para aceptar con más serenidad este escenario y mantener el servicio terapéutico virtual, en beneficio de nuestros usuarios.

El Centro Alzheimer junto con el equipo terapéutico prestamos servicio a la demanda de necesidades específicas para solventar dudas y el apoyo con llamadas telefónicas, seguimiento por WhatsApp, con recursos prácticos como son plantillas virtuales con la finalidad de mantener, en la medida de lo posible, la estabilidad de los procesos mentales y el entrenamiento cognitivo por medio de la plataforma Zoom donde reciben atención individualizada o grupal de forma diaria, según las necesidades, capacidades y competencias de cada usuario.

El confinamiento en casa conlleva no poder continuar con algunas de las rutinas usuales, ayudar a las personas con Alzheimer a conseguir la mayor independencia posible mediante pautas de simplificación, así como horarios y el mantenimiento de rutinas facilitarán el día a día del usuario y al cuidador una guía para minimizar el riesgo de verse desbordados.


A continuación considero algunas recomendaciones generales que pueden adaptarse a la realidad de cada hogar, lo más relevante es tener un orden y regularidad. Es clave que la planificación sea realista y precisa a las capacidades y gustos de la persona con Alzheimer, para evitar frustración o rechazo. Además, las propuestas deben ser concretas e incentivadas por el cuidador o algún miembro de la familia para minimizar la apatía.

- Planificar cronograma diario o semanal.

-Levantarse a la misma hora.


-Higiene matutina: el aseo diario, para minimizar el riesgo de contagio y transmisión del coronavirus. Es clave fomentar el lavado de manos, especialmente tras un periodo de actividad y siempre tras ir al baño o antes y después de las comidas, que irán intercalando entre las rutinas habituales tantas veces como sea necesario.


-Facilitar el uso de calendarios en un lugar visible para orientarse temporalmente y recordar acontecimientos importantes en el año.


-Señalizar mediante letreros con palabras y pictogramas diferente información para indicar el nombre de los lugares de la casa (habitación, baño, cocina, armario, etc.) que facilita al usuario la orientación espacial por espacios conocidos y reduce estados de confusión.


-Escribir todos los días en un cuaderno organizado en días y horas en el que redacta todos los pormenores de las actividades realizadas durante el día y aporta orden cronológico a los recuerdos.


-Evocar recuerdos en función de las costumbres y la historia de vida del usuario por medio de fotografías, diarios, cartas, postales, periódicos o revistas antiguas, etc.


-Se puede dedicar un momento del día a juegos de mesa, que estimulen su participación en grupo, su coordinación y destreza motriz.


-Mantenerse activos y seguir haciendo cosas de las que disfrutan, aporta bienestar y favorece a restar la ansiedad o agitación que puede generar el no tener nada que hacer.


-Involucrar a la persona con Alzheimer en las tareas domésticas, según las capacidades preservadas, pedirle que ayude en distintas tareas como tender o doblar ropa, poner y quitar la mesa, barrer, colaborar en la cocina, etc.


-Escuchar música, cantar y bailar tiene el efecto de mejorar el estado de ánimo y dar sensación de bienestar.



-Buscar alternativas que permitan la actividad física, cualquier movimiento corporal que da lugar a un gasto de energía (moverse), durante 30 a 60 minutos. En cualquier caso, deben ser simples y seguras que minimicen el riesgo de golpes o caídas.


-Disfrutar del aire fresco y del sol desde la ventana, patio, balcón o terraza (evitando los espacios comunitarios) y a su vez aprovechar para regar las plantas o retirar las hojas secas. Del mismo modo, si se tiene alguna mascota, participar en su cuidado.


-Emplear la tecnología para realizar videollamadas, chatear o llamar para estimular el lenguaje espontáneo y la interacción social.


-Tratar de mantener una adecuada alternancia entre sueño y vigilia, para minimizar posibles alteraciones conductuales y alteraciones del sueño.

Es muy importante reconocer cualquier pequeño logro realizado por la persona con Alzheimer para mantener la motivación y entendiendo que el resultado final es lo de menos si la persona está activa y entretenida.



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